Para decir adiós no basta con consolarse en la
idea de marcharte y nada más.
Para decir adiós es necesario dar el corazón,
es sincerarte con el ser lejano, lejano de tu corazón,
distante de tu destino, huésped de
una oración en recuerdo de tu camino.
Es necesario brindar tu amor a tu extrañado amigo;
es importante gritar adiós! sin quebrantar la voz;
es decir "Te llevo en el alma" con una dulce mirada;
es no arrancar tu vida antigua de tus añorantes sentimientos;
es gritar adiós! sin quebrantar el Corazón.