martes, 7 de julio de 2009

PARA DECIR ADIOS

Para decir adiós no basta con consolarse en la

idea de marcharte y nada más.

Para decir adiós es necesario dar el corazón,

es sincerarte con el ser lejano, lejano de tu corazón,

distante de tu destino, huésped de

una oración en recuerdo de tu camino.

Es necesario brindar tu amor a tu extrañado amigo;

es importante gritar adiós! sin quebrantar la voz;

es decir "Te llevo en el alma" con una dulce mirada;

es no arrancar tu vida antigua de tus añorantes sentimientos;

es gritar adiós! sin quebrantar el Corazón.

domingo, 28 de junio de 2009

UN POEMA DE MI ABUELO

UN LUCERO

Y brilla para mi allá en el cielo

un lucero de luz inmaculada,

que constantemente alumbra mi desvelo

en que pienso en ti mi bien amada.

Con la luz de sus rayos argenteados

viene siempre a mi mente tu figura,

y veo tus ojos adorados

brillar llenos de amor y de ternura.

Luego siento tu cuerpo de alabastro

pegarse frío, al mío palpitante;

después se nubla arriba el astro

y te siento muy lejos, muy distante.

Me regojo en mi lecho con mis penas

son dolientes,tan dolentes,cual espinas!

que clavaran los judios en las venas

de Jesús enclabado con un Dimas.

Y me duermo consolado mi divina,

con pensar que esta noche como anoche

te soñaré otra vez muñeca china

que no entiende jamás de mis reproches.

Guatemala, abril de 1956.

A mi Esposa, Alicia.

FRANCISCO SAGASTUME PINTO

(Q.E.D.)